La espiritualidad es el comportamiento que Dios me exige, tanto en la vida religiosa (oración, obras, apostolado, misa, perseverancia, estudio de la palabra) como en la vida cotidiana (comportamiento, fortalecimiento de la iglesia doméstica; es decir el hogar, hacer la voluntad de Dios en el hogar).
El gran problema de la persona creyente, es la falta de espiritualidad ; lo que hace vulnerable y puede convertir al individuo en un personaje circunstancial y voluble; que va donde sopla el viento, de esta forma se es mas proclive a abandonar la Fe
Por ello el verdadero discípulo es el que sigue a Cristo no por sus milagros; sino mas bien por lo que es, y continuamente se preocupa de renovarse y profundizar su fe, pero mas aún cuando hace la voluntad de Dios